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El dióxido de carbono o CO2 es un gas incoloro íntimamente relacionado con el efecto invernadero. Es producido por la respiración de todos los organismos aerobios, la descomposición de materiales orgánicos o la combustión de madera, carbón, turba, petróleo o gas natural.

Para las plantas es fuente de vida, ya que es esencial para que se produzca la fotosíntesis o función clorofílica, un complejo proceso químico que transforma agua, dióxido de carbono y luz, en energía para las plantas.

¿Qué beneficios tiene el CO₂ en un cultivo indoor?

Mientras en exterior la cantidad de CO₂ es ilimitada, en interior las plantas consumen rápidamente el que está a su alrededor. Contar con un buen sistema de ventilación es fundamental para además de extraer el aire caliente que genera el equipo de iluminación, para introducir CO₂ procedente del exterior.

Los niveles de CO₂ medios en exterior se sitúan entre 300 y 400 ppm. Pero en interior y con una mala ventilación pueden llegar a ser inferiores a 100 ppm, lo que es un problema para la salud de la planta y su desarrollo.

Las plantas requieren de media una concentración de CO₂ de 700 a 1000 ppm para un desarrollo óptimo. Por lo que aumentando controladamente el nivel de CO₂ en el interior de un armario de cultivo o invernadero, se fuerza una mayor actividad fotosintética. Esto se traduce en un aumento del desarrollo y de la producción (entre un 15 y un 25% superior).

¿Cómo usar CO₂ para cultivo interior?

Lo primero de lo que debemos ser conscientes es que el CO₂ es un gas peligroso para la salud cuando supera unos límite. Pero podemos estar tranquilos también, ya que el peligro está cuando supera las 50.000 ppm. En el cultivo interior, no se excederá de 1.800 ppm en su nivel máximo.

Cuando se trabaja con CO₂, lo primero es garantizar un espacio de cultivo bien sellado. No queremos que el este gas se filtre hacia el exterior en lugar de permanecer disponible para las plantas.

¿Qué temperatura tiene que tener un cultivo con CO₂?

Pero lo más importante, es que debemos olvidarnos de los parámetros óptimos de un cultivo tradicional. La temperatura debemos aumentarla a 28º-32º, ya que será cuando las plantas aumenten la cantidad de CO₂ asimilada.

Las plantas, al disponer de más CO₂, también necesitarán dosis más altas de nutrientes. Y será también posible aumentar la potencia de iluminación. Muchos equipos LED de la actualidad están ideados para su uso en cultivos con aporte de CO₂. De lo contrario, las plantas sufrirían por el exceso lumínico.

¿Qué tipos de CO₂ hay disponibles para cultivo interior?

  • Pastillas de CO₂: aportan una baja dosis de CO₂. Son especialmente útiles para aumentar el nivel de CO₂ del agua de riego y después del sustrato.
  • Bolsa de CO₂: es un sistema de fabricación de CO₂ para un cultivo casero a base de levadura y azúcar. Aporta CO₂ pero en cantidades bajas.
  • Botella de CO₂: son botellas de gas comprimido que precisan una válvula solenoide para controlar la salida de CO₂.
  • Generador de CO₂: son equipos profesionales para grandes cultivos. Genera CO₂ mediante la combustión de gas propano.